Atrás Personaje - 10/08/2020

El amigo que nadie olvida

Eric Capra Ramos (QDDG): Presidente Honorario de ACCCSA Periodo 1994-1996 / 1996-1998

Sandra Zumbado Alvaradoprensa@revistacorrugando.com

 

La vida de Eric Capra es reflejo de que no es necesario tener una vida larga para dejar una huella imborrable.

En textos que hablan de él y en palabras de sus amigos, es fácil descifrar que Eric Capra Ramos fue una persona que dejó una huella imborrable en las personas con las que trabajó o compartió parte de su vida profesional.

En este espacio dedicado a los presidentes honorarios de ACCCSA, se rinde homenaje al amigo que nadie olvida, a un hombre que, con su carisma y liderazgo, dejó impresa una extensa hoja de logros, tanto en lo profesional como en lo personal.

Fue presidente de la Asociación en dos ocasiones y sus sucesores señalan que fue el artífice de las grandes bases que sostienen hoy a este grupo de empresarios del cartón corrugado.

Capra Ramos falleció en el año 2012, pero su legado sigue vivo.

Costarricense, nacido en el año 1956, fungió como vicepresidente Ejecutivo de la División de Papel y Cartón del Grupo Comeca, por lo que tuvo bajo su gestión la dirección de las siguientes empresas: Empaques Santa Ana S.A (Costa Rica), Empaques Santo Domingo (Nicaragua), Empaques San Lucas (Guatemala), Grupo Cartopel (Ecuador) y Cartones Villa Marina (Perú).

Fue destacado como presidente honorario, por su trabajo y entrega al sector del corrugado a lo largo de más de 30 años, donde siempre lo acompañaron características como respecto, calidad humana, liderazgo y una gran vocación por enseñar y abrirle paso a otros profesionales del sector.

Rodolfo Hollander, también presidente honorario de ACCCSA, lo recuerda como un gran amigo, se le quiebra la voz al hablar de él y no duda en decir que siempre se le extraña.

“Es alguien al que le debo mucho, fue un gran amigo, un gran maestro, profesional, hacía todo bien porque esa era su forma de hacer las cosas. Siempre con humildad, confieso que hubo muchas lágrimas cuando recibimos la noticia y siempre se le piensa y se le extraña”, apuntó Hollander.

Precisamente, Hollander recibió de Capra el mando de la presidencia en ACCCSA y reconoce que el mérito de su gestión está en haber seguido los pasos su antecesor y seguir construyendo sobre el camino que ya había abierto Capra.

Era buen conversador, sabía hacer amigos fácilmente y conectar personas con intereses comunes, eso hizo que su paso por el mercado del corrugado sea siempre recordado con palabras de agradecimiento.

Así lo recuerda otro de sus amigos cercanos, presidente honorario también, don Santiago Reyna, con el que compartía largas charlas y al que todavía le duele recordar la pérdida de su amigo.

“Eric era del tipo de gente que te deja marcada la huella para toda la vida. Fue mi maestro, amigo, creyó en mí siempre y mucho de lo que soy se lo debo a él. Una de las personas que cambió mi forma de pensar. Personas como él son las que necesitan todas las organizaciones”, destacó Reyna sobre su amigo y mentor.

Siempre presente

Cuando se habla de ACCCSA, el nombre de Eric Capra siempre sobresale, pues fue un líder que supo crear un grupo de trabajo consolidado y abrir espacio para el crecimiento y desarrollo de muchos otros profesionales, que continuarían siguiendo sus pasos con gran vocación.

De formación ingeniero químico y administrador de negocios con una maestría en investigación de mercados, tuvo siempre presencia en altos puestos dirigenciales, tanto en ACCCSA, donde fue presidente en dos ocasiones, así como en la International Corrugated Case Association (ICCA), donde estuvo a la cabeza en el período 2001-2003.

Su presencia en la Asociación mostró un carácter visionario, no trabajó solamente en las necesidades del momento, sino que tuvo visión a largo plazo para que ACCCSA siempre tuviera raíces firmes y espacios para seguir creciendo, dándole carácter profesional a este grupo organizado de empresarios corrugadores.

Se le reconoce su facilidad para trabajar en equipo, el proponerse metas ambiciosas y aportar siempre, ya fuera desde puestos directivos o desde afuera, con su sabio consejo y proyección para el crecimiento y las oportunidades de negocios.

Tanto en la Asociación, como en Grupo Comeca dejó una gran huella, donde hizo su vida y convirtió el arte del cartón corrugado en una forma de hacer crecer, tanto el mercado nacional como el regional.

“Era un hombre de familia, buen amigo, conversador, creo que para todos significó mucho haber tenido el privilegio de conocerlo”, agregó Reyna, quien compartió con Capra desde la trinchera laboral como la personal.

Una de las cosas por las que muchos recuerdan a Capra, es porque nunca se guardó nada de su conocimiento para uso exclusivo de su negocio, sino que siempre puso su talento y experiencias a la mano y el servicio del sector.

En entrevistas relacionadas con su labor, Capra dejó ver que tenía claro el norte a seguir para la industria, hablando siempre de la tecnología y la capacitación, como herramientas claves para seguir desarrollándose en distintas áreas de negocio.

Su legado permanece. Sus compañeros del sector corrugador honran siempre su memoria entregando lo mejor de sí para el sector y para la Asociación que tanto quiso y a la que tantas cosas buenas le entregó este amigo que nadie olvida.